El régimen israelí tortura a niños palestinos para forzar confesiones

Los menores palestinos están siendo sometidos a duros interrogatorios tras ser detenidos por el régimen israelí, según revela una oenegé pro derechos humanos.

Según un informe divulgado este viernes por el portal web Middle East Monitor, el grupo Defensa Internacional de Niños-Palestina (DCIP) ha dado a conocer que, con frecuencia, las fuerzas israelíes arrestan a los niños palestinos con el fin de obtener confesiones por un delito específico o para recoger información de inteligencia durante los interrogatorios.

En el reporte, de 73 páginas, llamado “Aislados y Solos”, la oenegé detalla cómo los menores palestinos sufren varios tipos de tortura física y verbal, amenazas y aislamiento mientras están bajo custodia de las fuerzas israelíes.

El documento, que se fundamenta en entrevistas con más de 108 menores palestinos en un período de cuatro años — que finalizó en diciembre de 2019—, desvela también que la mayoría de ellos permaneció en celdas solitarias durante dos o más días cuando se realizaron los interrogatorios.

“El derecho internacional prohíbe el uso de la reclusión en régimen de aislamiento y medidas similares que constituyan un trato cruel, inhumano o degradante contra los niños. Sin embargo, a menudo, las autoridades israelíes detienen a los niños de esta manera”, ha denunciado Jaled Quzmar, director general del grupo DCIP, para después alertar que esta práctica causa daños psicológicos permanentes a los niños.

La oenegé, además, declara que las autoridades israelíes interrogaron a los niños detenidos sin la presencia de un abogado o un miembro de la familia. Igualmente, usan tácticas coercitivas, como el uso de informantes, para obligar a los menores a hacer involuntariamente algunas declaraciones incriminatorias, incluso confesiones falsas.

Aunque distintos grupos pro derechos humanos han alertado del peligroso aumento de los crímenes del régimen sionista contra los reclusos palestinos, en especial los menores de edad, no se ha producido ningún cambio en la política israelí y los encarcelados siguen siendo víctimas de malas condiciones y torturas.