La obsesión del príncipe heredero de Arabia Saudí por los lujosos caprichos

Mientras en Arabia Saudita se agudiza la crisis económica por la mala gestión y las erróneas pliticas, según denuncian muchos analistas y activistas, el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, demuestra una vez más estar “apartado” de las necesidades de su pueblo y “sumergido” en su caprichos personales.

El hombre fuerte del reino saudí, el que se ha propuesto luchar contra la corrupción, abrir el país y propugnar la austeridad, se ha revelado como el misterioso comprador del Château Louis XIV, para más señas, la “casa más cara del mundo”.

Según el diario británico “The Sun”, el capricho de Mohamed bin Salman le ha costado 300 millones de dólares.

El castillo, construido en el 2011 en la ciudad de Louveciennes, al oeste de París, fue bautizado como Château Louis XIV, en alusión al rey Sol, que gobernó Francia entre el XVII y el XVIII.

Imágenes publicadas por el diario, que sirven de paseo en el interior del palacio, muestran puertas y ventanas bañadas en oro, las escaleras también, además de valiosos cuadros colgados en las paredes.

El castillo contiene un sótano para almacenar el vino, con una cabida de 3000 botellas, una sala bajo las aguas de un acuario, sala de cine y un foso con fondo de cristal reluciente...

Cuentan que en realidad la propiedad fue vendida en septiembre del 2015 por la inmobiliaria francesa de lujo Daniel Féau, miembro de la red de Christie's. Entonces no salió a relucir el príncipe Bin Salman, si bien se apuntó ya a un propietario del “Medio Oriente”.

“Todo el esplendor de Versalles bajo la revolución de la última tecnología”, tal como se describió en el anuncio de la venta, tiene una superficie habitable de 5.000 metros cuadrados, y otras 23 hectáreas de jardines, fuentes y hasta un laberinto.

En los últimos dos años Mohammed bin Salman está llevando a cabo drásticas reformas económicas y sociales en Arabia Saudí. Más de 200 personalidades, incluidos ministros y exconsejeros, han sido arrestadas en los últimos tiempos en una operación anticorrupción que algunos han visto en realidad como una purga política para quitarse de en medio posibles adversarios. Muchos de los detenidos han salido en libertad tras pagar cuantiosas cantidades.

Además del château, el príncipe ha adquirido recientemente un yate (423 millones de euros) y el Salvador Mundi, de Leonardo Da Vinci (381 millones).