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Henry Kissinger: Estados Unidos es incapaz por sí solo superar la pandemia de coronavirus
Henry Kissinger, ex secretario de Estado norteamericano e histórico monje negro del poder global, con sus 96 años, publicó una nota en el Wall Street Journal, titulada: “La pandemia de coronavirus alterará para siempre el Orden Mundial”.
En la misma afirma sin ambages: “Cuando termine la pandemia de Covid-19, se percibirá que las instituciones de muchos países han fallado. La realidad es que el mundo nunca será el mismo después del coronavirus”.
En su opinión, el combate de tipo sanitario no debe descuidar la conformación del próximo Orden Mundial: “El esfuerzo de crisis, por extenso y necesario que sea, no debe desplazar la urgente tarea de lanzar una empresa paralela para la transición al orden posterior al coronavirus”.
Kissinger pone en duda la capacidad de los norteamericanos de gobernarse a sí mismos, duda extensible al resto de naciones: “La administración de los Estados Unidos ha hecho un trabajo sólido para evitar una catástrofe inmediata. La prueba final será si la propagación del virus puede ser detenida y luego revertida de una manera y en una escala que mantenga la confianza del público en la capacidad de los estadounidenses para gobernarse a sí mismos”.
Por si esta idea no queda clara, explica: “Ningún país, ni siquiera Estados Unidos, puede en un esfuerzo puramente nacional superar el virus. Abordar las necesidades del momento debe, en última instancia, combinarse con visión y programa de colaboración global”.
“Los triunfos de la ciencia médica, como la vacuna contra la poliomielitis y la erradicación de la viruela, o la emergente maravilla estadística-técnica del diagnóstico médico a través de la inteligencia artificial, nos han llevado a una complacencia peligrosa. Necesitamos desarrollar nuevas técnicas y tecnologías para el control de infecciones y programas de vacunación a escala de grandes poblaciones”.
“La pandemia ha provocado un anacronismo, un renacimiento de la ciudad amurallada en una época en que la prosperidad depende del comercio mundial y el movimiento de personas. Un retroceso mundial del equilibrio entre el poder y la legitimidad hará que el contrato social se desintegre tanto a nivel nacional como internacional”.
Y por último advierte con el “incendio del mundo” si esto este Orden Mundial post-coronavirus no se concreta: “El desafío para los líderes es manejar la crisis mientras se construye el futuro. El fracaso podría incendiar el mundo”
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