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La guerra entre Donald Trump y Angela Merkel por la vacuna del coronavirus
El Gobierno de Donald Trump ha ofrecido “grandes sumas” a la empresa alemana de biotecnología CureVac para que desarrolle una vacuna para el coronavirus “pero solo para Estados Unidos”. Así lo afirma el diario alemán “Die Welt”, citando a fuentes anónimas del Gobierno alemán.
El Ejecutivo de Angela Merkel no ha desmentido la noticia, y ha recalcado al diario británico “The Guardian” que está “dialogando activamente” con CureVac, y que Berlín “está muy interesado en que las vacunas y los agentes antivirales contra el nuevo coronavirus sean desarrollados en Alemania y en Europa”.
La oferta de Trump ha producido el rechazo unánime de las autoridades sanitarias alemanas y obligado a la intervención del ministro de Economía, Peter Altmaier. “Para el Gobierno alemán es de muy alto interés que la vacuna se produzca en Alemania y en Europa”, dijo el ministro.
“No firmaremos ningún contrato en exclusividad con Estados Unidos en relación con la vacuna. Nuestro compromiso está en Alemania y con los trabajadores aquí de la empresa”, ha asegurado este domingo CureVac zanjado la polémica, una respuesta a la batalla de talento y comercial abierta por Trump que el ministro de Economía ha alabado. “Es una decisión estupenda, una toma de posición que no se puede pasar por alto. La empresa ha hablado con claridad. Alemania no está en venta”, destacó Altmaier.
Los detalles de la propuesta que Washington habría hecho a CureVac no han sido hechos públicos. Entre las opciones está que la empresa traslade su sede social a EEUU o, simplemente, que registre la nueva vacuna en ese país. CureVac tiene laboratorios en Alemania y en Estados Unidos.
El consejero delegado de la compañía, Daniel Menichella, se reunió en Washington el 2 de marzo con Donald Trump, el vicepresidente Mike Pence, y la Fuerza de Acción contra el Coronavirus establecida por la Casa Blanca para discutir la investigación de la empresa en ese sentido. Al término del encuentro, un comunicado de prensa de CureVac incluía unas declaraciones de Menichella en las que afirmaba que “tenemos mucha confianza en que podremos desarrollar una vacuna en unos pocos meses”. Desde entonces, CureVac ha establecido líneas de cooperación con las farmacéuticas estadounidenses Eli Lilly y CRISP Therapeutics, y la danesa Genmab.
El miércoles, CureVac anunció que Menichella había dejado la empresa y había sido sustituido por el fundador de la firma, Ingmarr Hörr. La nota de prensa no explicaba por qué Menichella había dejado el cargo de manera tan abrupta e inesperada, ni a qué se iba a dedicar ahora, y tampoco incluía las habituales declaraciones de todo alto directivo cuando deja una compañía.
Otras farmacéuticas y laboratorios alemanes se han sumado al rechazo de trabajar para un Estado, pues “el objetivo de la ciencia es lograr una vacuna para todo el mundo, no para una nación”, ha señalado el principal inversor del holding Hopp BioTec, Christof Hettich y cofundador de CureVac.
El Gobierno ha asegurado a CureVac la financiación necesaria para la investigación y desarrollo de la vacuna, que, una vez se muestre su eficacia, será distribuida, como es habitual, a través de la Alianza Internacional de Vacunación (CEP1), financiada en parte por el Gobierno alemán y en la que participa CureVac.
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