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Aparecen nuevas revelaciones del asesinato de Jashoggi pero no el cuerpo
A pocas semanas de cumplirse un año de su desaparición y asesinato, el paradero del cadáver del columnista y crítico saudí Yamal Jashoggi sigue siendo una incógnita. Y aunque el presidente estadounidense Donald Trump diese por zanjado el escándalo con un mensaje de apoyo al Gobierno de Arabia Saudí, aparecen nuevas grabaciones que revelan los últimos minutos del periodista asesinado supuestamente por orden del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman.
Este martes, el periódico turco “Sabah” publicó la transcripción de los últimos minutos de vida de Jashoggi, según las conversaciones captadas por, se cree, micrófonos secretos instalados anteriormente por la Inteligencia turca en el consulado saudí en Estambul.
Según la fuente, uno de los diálogos registrados tiene lugar a las 13:02 (hora local) del dos de octubre de 2018, justo 12 minutos antes de que Yamal Jashoggi entrase en la legación consular. “Es posible meter el cuerpo en una bolsa”, pregunta Mahir Abdulaziz Mutreb, número dos del escuadrón de la muerte enviado presuntamente por Mohamed bin Salman. “No. Demasiado pesado, demasiado alto”, le responde el forense Salah Mohamed Tubaigui.
Acto seguido, el jefe del departamento de Pruebas Forenses del directorio de Seguridad General Saudí, se explaya alrededor de su siniestra labor. “Trabajo con cadáveres. Sé bien cómo seccionar. Nunca he trabajado con un cuerpo caliente, pero me las arreglaré fácilmente. (…) Tras desmembrarlo, enrollaréis las partes con bolsas de plástico, las pondremos en maletas y las sacaremos”.
De acuerdo con el rotativo, esta conversación macabra acaba a las 13:14 horas, cuando Mutreb pregunta si “el animal a sacrificar” ha llegado. Un miembro no identificado de su equipo lo confirma: “Está aquí”. En los minutos siguientes, los enviados le advierten de que será sedado y trasladado a su país de origen. Ante la resistencia del articulista del Washington Post, se oye un forcejeo, que acaba reducido por el efecto de las drogas.
“No dejéis mi boca cerrada”, se oye al periodista antes de perder el conocimiento. Sus últimas palabras: “Tengo asma. No lo hagáis, vais a asfixiarme”.
Mientras su vida se apaga, el “Sabah” asegura que puede escucharse a los asaltantes comentar: “¿Esta dormido?”, “todavía alza la cabeza”, “sigue presionando”, “presiona bien”. Al final, audibles en la grabación, comienzan los trabajos para desmembrar el cadáver, que será extraído del consulado pero que, hasta hoy, no ha aparecido.
En otras grabaciones realizadas en los días previos al suceso, se puede oír cómo el 28 de septiembre del año pasado, tras una primera visita de Jashoggi al consulado, Ahmed Abdula Muzaini, un miembro de la Inteligencia saudí, contacta con Riad mediante código de emergencia para informar del encuentro: “En la visita final lo volvería a hacer”. El cónsul saudí se comunicaría también con Saud Qahtani, mano derecha de Mohamed bin Salman.
Después de dar largas durante las semanas posteriores al suceso, Riad apareció con una versión en la que reconocía el asesinato, pero culpaba de él a una operación de extracción de Turquía que escapó del control de sus ejecutores.
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