Amnistía Internacional (AI) denuncia que activistas defensores de los derechos humanos detenidos en Arabia Saudí son sometidos a torturas y acoso sexual.

En un comunicado emitido el martes, la oenegé AI subraya que los activistas, entre ellos varias mujeres, que se encuentran desde el pasado mayo en prisiones del régimen saudí, han sido objeto de abusos sexuales y torturas, como la aplicación de “descargas eléctricas y latigazos”.

Los maltratos dejaron a algunos activistas “incapaces de caminar o estar de pie adecuadamente”, precisa el organismo pro derechos humanos, citando a tres fuentes familiarizadas con el asunto que hablaron bajo condición de anonimato.

De acuerdo con AI, como resultado del maltrato físico y psicológico sufrido en las cárceles saudíes, varios activistas tienen problemas médicos, como temblor incontrolado de manos y marcas en sus cuerpos, y una de las detenidas ha intentado suicidarse varias veces.

Solo unas pocas semanas después del despiadado asesinato de Yamal Jashoggi, estos informes impactantes de tortura, acoso sexual y otras formas de maltratos, si se verifican, exponen nuevas violaciones intolerables de derechos humanos por parte de las autoridades saudíes, declara Lynn Maalouf, director de la investigación del Oriente Medio de Amnistía Internacional.

En paralelo a AI, la Organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) emitió la misma jornada un comunicado en el que da a conocer que al menos tres mujeres activistas han sufrido abuso sexual durante los interrogatorios en las cárceles del régimen saudí.

La monarquía saudí, principal aliado de Estados Unidos en Oriente Medio, y conocida por callar las voces disidentes, detuvo el pasado mayo a varios activistas, incluidas mujeres, y los envió a prisión sin que pasasen un juicio por cargos precisos ni tampoco permitió que tuvieran representación legal.

Estos nuevos informes surgen mientras la esfera política gobernante en Riad está bajo la lupa de críticas y condenas por su relación con el asesinato del periodista Yamal Jashoggi el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en la ciudad turca de Estambul.