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Washington y sus aliados elaboran plan para sacar a los Cascos Blancos de Siria
Los mil empleados de la fraudulenta organización serán evacuados a otros países
Estados Unidos, Canadá y varios países europeos, en particular Gran Bretaña y Francia, estudian planes para evacuar los miembros de la ONG “Cascos Blancos” y sus familiares de Siria, informó la CNN citando fuentes.
La organización “Cascos Blancos”, vinculada al grupo terrorista Frente al Nusra, se formó en Turquía el año 2013, con financiación británica y estadounidense, y su “supuesta labor humanitaria” es limitada exclusivamente en las zonas dominadas por grupos terroristas.
Según las fuentes del CNN, se trata del traslado de unos 1.000 empleados de la organización y sus familiares a otros países como Canadá, el Reino Unido o Alemania.
La fuente del canal dijo que el presidente estadounidense, Donald Trump, planteó este tema en la cumbre de la OTAN en Bruselas y que delegaciones occidentales convencieron a Trump de analizar las rutas de evacuación con la entidad sionista y Jordania.
Además, la fuente dijo que la seguridad de los Cascos Blancos podría ser en uno de los temas en la reunión entre Trump y su homólogo ruso Vladímir Putin en Helsinki, sin embargo países occidentales esperan encontrar una manera de implementar el plan sin ayuda alguna de Moscú.
El Departamento de Estado de EEUU anunció el 14 de junio que asignará 6,6 millones de dólares para el trabajo de los Cascos Blancos y el mecanismo de la ONU en Siria.
El Departamento de Estado señaló que Washington “apoya firmemente a los Cascos Blancos que salvaron más de 100.000 vidas desde el inicio del conflicto”.
No obstante, muchos documentos encontrados por el Ejército sirio en las zonas liberadas revelan la vinculación de los Cascos Blancos con grupos terroristas, en especial Frente al Nusra, y su papel en falsificar pruebas sobre ataques con armas químicas para luego acusar a las tropas sirias de dichos ataques.
Junto a los vídeos en los que Cascos Blancos rescatan a niños de las ruinas, también aparecieron imágenes con los mismos protagonistas uniformados y empuñando las armas.
En otras, se ve cómo manipulan las filmaciones, maquillando a las víctimas y dictándoles lo que deben declarar ante las cámaras.
El Ministerio de Exteriores de Rusia calificó la labor de los Cascos Blancos como un elemento de la guerra informativa contra las autoridades de Siria.
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