Cuatro ONG pro derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch (HRW) denunciaron la falta de atención médica adecuada en centros de internamiento de extranjeros a lo largo de EEUU, lo que provocó entre 8 y 15 muertes entre diciembre de 2015 y abril de 2017.

“El número de muertos en centros de detención de inmigrantes durante el ejercicio fiscal de 2017 fue superior al de cualquier otro año desde 2009, y la información detallada más reciente que tenemos sobre las muertes de inmigrantes detenidos muestra que todavía están relacionadas con una atención médica peligrosamente inadecuada”, afirmó HRW en un comunicado.

La red de cárceles para inmigrantes en EEUU experimentó en los últimos 25 años una ampliación dramática. El número de personas bajo custodia en estos centros pasó de un promedio diario de 6.800 en 1994 a entre 28.000 y 34.000 durante la mayor parte de la última década y casi 40.500 en el año fiscal 2017, consta en el Código Rojo, un informe elaborado por HRW junto con otras tres ONG (American Civil Liberties Union, Detention Watch Network y National Immigrant Justice Center).

Desde marzo de 2010, unas 74 personas murieron en centros de internamiento de extranjeros en EEUU, incluyendo 12 inmigrantes en el ejercicio fiscal de 2017.

La investigadora de HRW, Clara Long, opina que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE) “ha demostrado ser incapaz o no estar dispuesto a garantizar de manera adecuada la salud y la seguridad de las personas que detiene”.

“Los esfuerzos de la administración Trump para expandir drásticamente el de por sí abultado sistema de detención de inmigrantes solo pondrán en riesgo a más personas”, advirtió.