La campaña de opresión sionista contra los prisioneros palestinos no se quedó sin respuesta. En pocas horas, un oficial y un soldado israelíes resultaron heridos tras ser apuñalados por dos prisioneros en las desérticas prisiones de “Nafha” y “Al Naqab”, donde los internos son “víctimas” de “ataques opresivas” lanzados frecuentemente por unidades sionistas especiales.

El jefe del “Comité de Prisioneros y Liberados”, el ministro Issa Qaraque, culpó a las autoridades israelíes de ser responsable de las repercusiones de la “amplia y continua agresión” contra los prisioneros, y reclamó a la Cruz Roja Internacional que intervenga para averiguar “el estado de salud de los prisioneros”, después de que los sionistas impidieran a los abogados acceder a las cárceles.


Por su parte, el director del centro “Ahrar” para asuntos de prisioneros, Fuad al Jafash, señaló que una fuerte tensión reina en los diferentes centros de detención.

“Los prisioneros palestinos no permitirán que esa cruel campaña opresiva continúe, cueste lo que cueste”, afirmó.

El prisionero liberado, Ramiz al Halabi, reveló que los prisioneros de “Hamas” y la “Yihad Islámica” formaron un “centro de operaciones” con otras facciones palestinas dentro de las cárceles para buscar conjuntamente “un método para enfrentar las agresiones”.


También indicó que la Dirección Carcelera se rehusó del acuerdo con el movimiento nacionalista prisionero que estipula no dejar a las unidades opresoras entrar a las celdas, “ese hecho agravó la situación hasta tan punto de gravedad”.

Más de siete mil prisioneros palestinos están retenidos actualmente en decenas de cárceles y centros de detención, que carecen de las mínimas condiciones humanas.