La ONU anunció el lunes la entrada en vigor de un alto al fuego de 72 horas, prorrogable, en Yemen a partir del jueves, con la esperanza de solucionar un conflicto que ha causado casi 7.000 muertos en 18 meses y una grave crisis humanitaria.

Desde el inicia de la “agresión saudí”, en marzo de 2015, el conflicto causó más de 6.900 muertos y tres millones de desplazados.

Unos tres millones de yemeníes necesitan ayuda alimentaria inmediata y 1,5 millones de niños sufren desnutrición, señaló la Unicef.


Según cifras manejadas por El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), al menos 1121 niños yemeníes han muerto y otros 1650 han resultado heridos desde el comienzo de la agresión saudí.

Unicef, además explicó el lunes que hay unos 370.000 niños menores de cinco años en riesgo de sufrir desnutrición aguda grave, unos 2 millones de niños no van a la escuela y más de 7,4 millones de niños necesitan servicios de protección.

Añadió que los intensos combates, la extrema inseguridad y la escasez de alimentos y combustibles están a punto de llevar al país al colapso, sobre todo el sistema sanitario.

Por último, pidió a todas las partes involucradas en el conflicto que alcancen una solución política.