Las autoridades saudíes reconocieron ser responsables de la matanza cometida en un funeral en la capital yemení, Sanaá, una semana después de haber negado cualquier implicación en el bombardeo que causó más de 700 víctimas entre mártires y heridos.

El mortífero bombardeo de la coalición árabe en Yemen, el sábado pasado, “fue el resultado de una información errónea”, justificó el equipo encargado de investigar la matanza.

Los investigadores, designados por la coalición liderada por Arabia Saudí, subrayan que el bombardeo se efectuó sin las precauciones habituales, destinadas a limitar las bajas civiles, y sin el acuerdo de la comandancia.


Tras el ataque que tuvo como blanco una gran sala de Sanaá donde se llevaba a cabo una ceremonia fúnebre, Arabia Saudita negó cualquier implicación en el bombardeo e incluso culpó al movimiento huzi Ansarola de provocar la matanza.

“Debido al incumplimiento de las reglas de enfrentamiento y de los procedimientos de la coalición así como a una información errónea, un avión de la coalición atacó erróneamente este lugar, lo que provocó muerte y heridas a civiles", subrayaron los investigadores.

Recomiendan sancionar a personas responsables de este error, indemnizar a las víctimas del bombardeo, que dejó también 525 heridos, y revisar las “reglas de enfrentamiento” de las operaciones militares en Yemen.