La guerra civil que vive Siria desde hace cinco años ha provocado que aproximadamente 4 millones de personas hayan huido del país en busca de nuevas oportunidades y el vecino Líbano, un país pequeño en el que las oportunidades de trabajo son limitadas, ha sido uno de los principales destinos elegidos.


La llegada de los sirios ha puesto en riesgo la frágil economía del país, pero hay un sector que se salva y que ha visto incrementados radicalmente sus beneficios. Es la industria del tabaco gracias fundamentalmente a dos hechos: el primero de ellos el cierre de muchas fábricas en Siria que ha provocado que el tabaco libanés sea mucho más demandado.


El segundo es que muchos sirios no encuentran trabajo y pasan muchas horas en sus refugios improvisados, fumando en grandes cantidades.


La principal empresa tabaquera del país, la Regie, está produciendo a pleno rendimiento y aun así no es capaz de cubrir la demanda, tanto interna como externa. Eso sí, el negocio marcha viento en popa y es una de las pocas instituciones capaz de llevar dinero a las arcas públicas.