Seleccionados
Los riesgos de la operación rusa en Siria
Rusia forma un círculo de socios importantes que comprende desde Teherán a Beirut
El otoño de 2015 marca un hito en la historia política de Rusia, escribe este miércoles el analista político ruso Fiodor Lukianov en el diario Rossiyskaya Gazeta.
Por primera vez en más de 25 años, Rusia lleva a cabo una importante operación militar fuera de sus fronteras. Su motivo no es una misión de paz políticamente correcta, sino razones de carácter estratégico. Moscú llama a crear una coalición internacional para luchar contra el terrorismo, pero da a entender que está preparada para actuar independientemente.
Se trata de un acontecimiento extraordinario para el panorama internacional. Los últimos 15 años fueron marcados por la creciente actividad de EEUU y sus aliados en la resolución por medio de la fuerza de los conflictos regionales, en primer lugar en Oriente Próximo.
Los resultados de esta estrategia han sido desastrosos. Más aun Occidente está incapaz de controlar los procesos que ha despertado.
Los motivos que están detrás de la decisión del Kremlin de iniciar una operación lejos de las fronteras nacionales parecen evidentes. El “Estado Islámico” es sin duda un enemigo de Rusia.
Además, funcionó el olfato político de Vladímir Putin. Se dio cuenta de la oportunidad de cambiar la situación y aprovechó para hacer a los demás reaccionar a su iniciativa.
La demostración de cada vez más impresionantes capacidades militares de Rusia no ha sido el objetivo, sino un factor más a favor. Así como la formación de un círculo de socios importantes en la región que comprende desde Teherán hasta Beirut.
| El otoño de 2015 marca un hito en la historia política de Rusia, escribe este miércoles el analista político ruso Fiodor Lukianov en el diario Rossiyskaya Gazeta.
Por primera vez en más de 25 años, Rusia lleva a cabo una importante operación militar fuera de sus fronteras. Su motivo no es una misión de paz políticamente correcta, sino razones de carácter estratégico. Moscú llama a crear una coalición internacional para luchar contra el terrorismo, pero da a entender que está preparada para actuar independientemente.
Se trata de un acontecimiento extraordinario para el panorama internacional. Los últimos 15 años fueron marcados por la creciente actividad de EEUU y sus aliados en la resolución por medio de la fuerza de los conflictos regionales, en primer lugar en Oriente Próximo.
Los resultados de esta estrategia han sido desastrosos. Más aun Occidente está incapaz de controlar los procesos que ha despertado.
Los motivos que están detrás de la decisión del Kremlin de iniciar una operación lejos de las fronteras nacionales parecen evidentes. El “Estado Islámico” es sin duda un enemigo de Rusia.
Además, funcionó el olfato político de Vladímir Putin. Se dio cuenta de la oportunidad de cambiar la situación y aprovechó para hacer a los demás reaccionar a su iniciativa.
La demostración de cada vez más impresionantes capacidades militares de Rusia no ha sido el objetivo, sino un factor más a favor. Así como la formación de un círculo de socios importantes en la región que comprende desde Teherán hasta Beirut.