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Niños palestinos en arresto domiciliario
Decenas de menores palestinos son retenidos en sus hogares a la espera de juicio
Alejados de las prisiones, decenas de menores palestinos son retenidos entre los muros de sus hogares en Jerusalén Este sin haber sido juzgados, por orden de las autoridades israelíes, mientras esperan ir a juicio.
Esta praxis, denuncian organizaciones como Defence for Children International Palestine (DCIP), "tiene serias consecuencias para su educación y su salud mental".
Si bien para muchos el arresto domiciliario dura varias semanas, hay también adolescentes que pasan meses sin poder salir de sus casas, ni siquiera para ir al colegio.
La mayoría de las veces los chicos son acusados de actos como tirar piedras contra civiles o fuerzas israelíes.
El caso de Mohamed Mustafá
Mohamed Mustafá, de 15 años, pasa sus días "aburrido", dice, durmiendo, viendo películas o matando el tiempo con sus amigos entre su habitación, el salón y la terraza de su casa de Isawiya, en Jerusalén Este, su cárcel desde que fue puesto en arresto domiciliario hace ocho meses bajo la custodia de sus padres y ahora también carceleros, Musa y Fátima.
Tras ausentarse del pasado curso escolar, y gracias a un permiso judicial, esta semana podrá abandonar su hogar para acudir a clase por las mañanas, siempre bajo custodia paterna, hasta que se celebre en octubre su juicio, pospuesto desde junio.
Está acusado de participar en disturbios y lanzar piedras, cargos que él rechaza.
Una medida que causa "estrés" y "tensión"
"El uso del arresto domiciliario no está conectado con el cumplimiento de una condena: los niños no tienen oficialmente cargos por ningún delito, pero les detienen y les ponen en libertad si acceden a la condición de permanecer en arresto domiciliario antes de la celebración del juicio", dice a Efe Olivia Watson, responsable de incidencia política de DCIP.
Esta medida causa "estrés" y "tensión" en las familias porque los padres se convierten en guardianes de los hijos, que dejan el colegio y sus rutinas y ven "limitado su movimiento y socialización por periodos de tiempo en ocasiones prolongados lo que, a largo plazo, puede tener efectos psicológicos perniciosos".
No hay cifras exactas
Las cifras no son claras, explica a Efe una abogada de la ONG palestina de apoyo a los presos Adamir, que precisa que los arrestos se producen durante breves periodos y son difíciles de contabilizar por trabas administrativas.
En solo cuatro meses, entre junio y septiembre de 2014, según esta organización, hubo al menos 26 casos de niños retenidos en sus casas durante periodos generalmente de entre una y tres semanas.
Consultado por Efe, el portavoz de la Policía israelí Miki Rosenfeld dijo no tener estadísticas.
Malos tratos
Algunos menores denuncian también malos tratos durante su paso por comisaría.
Mohamed asegura que, durante su arresto domiciliario, una madrugada siete policías se presentaron en su casa, le ordenaron que se vistiera, le ataron de pies y manos, le introdujeron en un coche y le llevaron al centro de detención donde ya estuvo en enero.
Allí, narra, pasó tres días sin contacto con su familia, fue interrogado sin la presencia de sus progenitores o un abogado y golpeado en varias ocasiones, lo que le obligó a confesar, tras lo cual renovaron su detención en casa.
"No me dejaban ir al baño, ni beber agua, ni comer. Tenía sed y hambre. El policía no paraba de gritarme y, al final, confesé tirar una piedra a un soldado", explica.
Actuar según la ley
Bashar Jamal, también de DCIP, explica que "sobre los menores de Jerusalén Este se aplica la ley juvenil israelí, que ofrece salvaguardas legales para los niños" pero, añade, en el caso de los palestinos, "la Policía aplica excepciones que restringen sus derechos".
La ley israelí para menores establece, entre otros, que la detención debe ser el último recurso, el interrogatorio debe ser notificado con antelación y debe celebrarse en presencia de un representante legal o un familiar adulto.
Sin embargo, en las denominadas "ofensas de seguridad", en las que se enmarca el lanzamiento de piedras (penado con hasta 20 años), la ley permite incumplir estas condiciones.
"Para los niños de Jerusalén Este la excepción se ha convertido en la regla", denuncia DCIP en un informe.
Preguntada por Efe, la Policía israelí dijo que "actúa según la ley en todo lo relacionado con los interrogatorios de menores involucrados en acciones delictivas, incluidos los que violan la ley con el lanzamiento de piedras y que ponen en peligro la vida de personas inocentes".