El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha criticado a la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) por no investigar el contrabando de armas destinado a Hezbolá en el sur de Líbano y ha responsabilizado a Irán del último enfrentamiento, en el que murieron dos soldados israelíes y “un casco azul” español (murió por el impacto de un obús israelí en la torre de vigilancia) en conversación con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.


Netanyahu ha recordado a Ban que la resolución de la ONU que ampliaba el mandato de la FINUL aprobada tras el último enfrentamiento armado abierto entre Hezbolá y la entidad sionista, en 2006, obligaba al contingente internacional a vigilar e informar del envío de armas a Hezbolá, una obligación que "no se está cumpliendo", según el dirigente israelí.

Así, Netanyahu ha acusado a Irán de intentar abrir nuevos frentes contra “Israel” y se ha quejado de que "hasta ahora, la comunidad mundial no ha apuntado con dedo acusador a Irán, responsable del ataque en la frontera del norte", según su expresión.


El bombardeo israelí que acabó el pasado viernes con la vida del cabo Francisco Javier Soria Toledo se produjo después de que un convoy militar del ejército de ocupación israelí fuera atacado con misiles anticarro que estaba desplegado cerca de la frontera, seguido de fuego de mortero, suceso que se saldó con la muerte de dos soldados israelíes y otros siete heridos.

Hezbolá reivindicó esta acción detallando que ha sido obra de la “Brigada Mártires de Quneitra”, nombre adoptado en referencia a sus combatientes que fueron asesinados hace unas semanas en un bombardeo aéreo israelí en esta localidad siria.