Los servicios secretos de Estados Unidos publicaron un mapa en el cual indican el número estimado de los milicianos de cada país que fueron enviados para combatir en Siria.

Cada día es mayor la decepción en Estados Unidos como en la Unión Europea, por el fracaso de los servicios secretos en detectar “planes” de terroristas antes de dirigirse al “campo de batalla”, incluso después de su regreso.

“Abu Huraira el americano” fue el primer suicida estadounidense identificado que se inmoló en Siria, antes de su muerte había viajado entre Afganistán, Estados Unidos y Siria, sin ser detectado en los aeropuertos norteamericanos por ningún servicio de seguridad.

El nombre de Abu Huraira (Munir Abu Salha) fue puesto en la lista de los “peligrosos americanos buscados” un poco antes de aparecer en el vídeo difundido después de haber perpetrado el atentado suicida. “Es muy difícil seguir a estos terroristas y conocer sus identidades antes de que hubieran salido a combatir, pese a que los servicios de seguridad nacional aumentara su espionaje a los correos electrónicos y las cuentas de redes sociales en Estados Unidos”, esto fue el resultado de un informe publicado hace unos días en el diario “The Washington Post”.


El informe también contiene un mapa gráfico con el número estimado de los terroristas extranjeros en Siria y los países de procedencia.

La CIA colaboró en elaborar el “mapa de datos” donde se estima que quince mil miliciano extranjero entraron a Siria para participar en los combates. De entre 80 países, son tres los que encabezan la lista de exportadores de terroristas; Túnez (3000 miliciano), Arabia Saudita (2500) y Jordania (2089), seguidos por Marruecos (1600) y Líbano (890). Asimismo, según el mapa, 130 milicianos se fueron a Siria desde Estados Unidos y 20 desde los territorios palestinos ocupados.