Los terroristas o yihadistas extranjeros que atacan a Siria representan un peligro para Occidente, advierte hoy un artículo que publica el diario The New York Times.

El texto aborda el caso de un joven estadounidense, Abu Muhajir, quien viajó a la nación levantina para incorporarse a las bandas armadas que tratan de derrocar al presidente constitucional Bashar al-Assad.


Mensajes de texto de Muhajir sugirieren que los gobiernos occidentales podrían tener motivos para estar preocupado de que los yihadistas extranjeros en Siria puedan algún día volver a su casa para llevar a cabo ataques.

Más de 70 estadounidenses viajaron a Siria para luchar contra el gobierno de al- Assad, dijeron funcionarios de inteligencia y contraterrorismo citados por el rotativo.

Uno de ellos, agrega, llevó a cabo un atentado suicida el domingo último, convirtiéndose en el primer ciudadano estadounidense involucrado en una acción de ese tipo.

El problema no afecta sólo a Estados Unidos, pues aliados de Washington en los planes contra Damasco como el Reino Unido también tienen esos temores.

En ese país, según el Times, el Ministerio del Interior despojó al menos a 20 yihadistas de su ciudadanía, y la policía informó que el número de "arrestos relacionados con Siria" ascendió a 40, de enero a marzo de este año, en comparación con 25 para el conjunto del año pasado.

La semana anterior Mashudur Choudhury, de 31 años, de Portsmouth, fue declarado culpable de participar en la preparación de actos terroristas después de su regreso a Reino Unido desde Siria a finales de octubre.


Existen elementos de que estas personas vinculadas a grupos extremistas con nexos con al-Qaeda tratan de identificar, reclutar y capacitar a estadounidenses y europeos para llevar a cabo ataques cuando regresan a casa, de acuerdo con altos funcionarios de inteligencia y contraterrorismo de Estados Unidos.

La cantera que amenaza a Occidente es amplia, pues según el Centro para el Estudio de la Radicalización y Violencia Política existen al menos 11 mil mercenarios extranjeros en Siria, incluidos los de naciones musulmanas y occidentales.