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Opinión

La presencia de Bashar al-Asad marca la cumbre de la Liga Árabe

La presencia de Bashar al-Asad marca la cumbre de la Liga Árabe

La primera cumbre de la Liga Árabe se celebró en el año 1946 en Egipto, y desde entonces se tomaron muchas decisiones que, según los observadores, no eran más que “papel mojado” y “sin validez”. Una sola resolución se aplicó de inmediato, cuando se decidió suspender la participación siria en las sesiones de la Liga Árabe, el 16 de noviembre de 2011.

Dicha decisión coincidió con el inicio de la guerra universal lanzada contra Damasco, en la que se involucraron muchos regímenes árabes, y dicha resolución fue parte de la guerra.

Después de 12 años, y tras la victoria de Siria, los árabes revisaron sus posturas e invitaron al presidente sirio, Bashar al-Asad a participar en la cumbre anual de jefes de Estado de la Liga Árabe que comenzó este viernes en Arabia Saudí.

En su discurso de apertura del evento en la ciudad portuaria saudí de Yida, el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, dio la bienvenida a todos y expresó su satisfacción por la presencia del presidente sirio.

“Hoy, nos complace la asistencia del presidente Bashar al-Asad a esta cumbre y esperamos que el regreso de Siria a la Liga Árabe contribuya a apoyarla y a mejorar su seguridad”, subrayó.

También señaló el tema de Palestina destacando que la cuestión de Palestina es el tema principal de los países árabes y los musulmanes del mundo. Es “un tema que está en la cima de las prioridades de Arabia Saudí. El problema palestino es el tema central del mundo árabe y estamos trabajando juntos para encontrar una solución”, remarcó.

Además, Bin Salman aseguró que “no permitiremos que nuestra región se convierta en un campo de conflictos y llamamos a doblar la página del pasado por la cual el proceso de desarrollo se tambaleó”.

Según los analistas, esta cumbre es crucial y estratégica, y tal vez sea la primera cumbre “verdadera” por su importancia y significado.

También se podría decir que es la cumbre siria-saudí, o Salman-Asad, tras el regreso de los Estados árabes a Siria y no al revés, ya que Damasco nunca dejó de ser parte del mundo árabe a pesar de la guerra que estalló en 2011.

Otro dato importante que marca la actual cumbre, la presencia del presidente sirio podría frenar los intentos de “normalizar relaciones” con el enemigo israelí por parte de algunos países de la región, además de abrir el camino a una “unidad árabe” real y verdadera frente a los distintos desafíos, una unidad que pondría límites a las injerencias occidentales, en especial Estados Unidos.

 

| 20/05/2023