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Opinión

Los falsos peligros de Benjamín Netanyahu

Los falsos peligros de Benjamín Netanyahu

El espectáculo del primer ministro israelí jugando sus falsas cartas en Washington


Por Joaquín R. Hernández – especial para Alahednews


Ahora es sólo tema para los analistas. Pero durante más de dos semanas la prensa de Estados Unidos anunció el cataclismo que sería la presentación de Benjamín Netanyahu ante el Congreso de Estados Unidos. Finalmente, llegó el día, y solamente se escucharon en su boca las mismas acusaciones contra Irán que el político sionista viene repitiendo hace veinte años.

Lo novedoso ahora son los verdaderos intereses que se movieron en torno a su visita.

Los republicanos, con su invitación unilateral a Netanyahu, desairaron públicamente al presidente Obama, no tan preocupados porque fueran ciertas las acusaciones de que Irán utilizaba las negociaciones en curso para ganar tiempo mientras desarrolla el arma nuclear, como para socavar el prestigio de la administración demócrata.

Entre tanto, la Casa Blanca volvió a ratificar su distanciamiento de Netanyahu -que tiene ya un amplio y veterano anecdotario-, pero sin disminuir un ápice su compromiso esencial con el estadio sionista, el que recibirá con toda puntualidad la voluminosa ayuda que como cada año le corresponderá. La mayor que entrega Estados Unidos a ningún otro país.

Y Benjamín Netanyahu regresó a casa, luego de disfrutar la escena, con la confianza de que su performance le haya supuesto los votos que necesitará en las próximas elecciones para mantenerse en el gobierno.

Y consciente de que logró un objetivo adicional: Que hizo mirar a toda la clase política estadounidense en la dirección equivocada.

Los falsos peligros de Benjamín Netanyahu

Las verdaderas amenazas

Porque Irán dista de ser, por un largo rato, una amenaza inmediata y directa, con la truculencia adicional del arma nuclear, para la supervivencia de la entidad sionista.

La amenaza mayor está dentro de las fronteras (Palestina ocupada) del estado sionista, o en sus mismas fronteras.

Un importante académico norteamericano, Juan Cole, ha llamado la atención sobre los otros peligros, inminentes, que amenazan la estabilidad y, al largo plazo, la propia viabilidad de un estado judío.

El rechazo a encontrar una solución al caso palestino es, sin duda, el mayor factor de disturbio y, al largo plazo, el más relevante.

Así, la política expresa de introducir colonos, de forma sistemática, en los territorios palestinos ilegalmente ocupados por “Israel”, no constituye solamente una afrenta para la preterida población palestina, sino para todo el mundo musulmán, que, recuerda Cole, es hoy superior a mil millones quinientos mil personas en el mundo.

Si se quieren buscar causas para el resentimiento y, un poco más allá, para el terrorismo, hay que incluir sin lugar a duda esta nefasta política.

A lo que se añade el boicot y el rechazo sistemáticos a implementar la creación de un estado palestino con los derechos a que debe aspirar cualquier estado en el mundo de hoy.

Esta actitud, que cubre de escepticismo cualquiera de las múltiples negociaciones internacionales que se han implementado al respecto, tiene para “Israel” un efecto adicional. Las iniciativas diplomáticas de la Autoridad Palestina no solamente han avanzado, pese a las negativas sionistas y estadounidenses, sino que han horadado el apoyo europeo al estado sionista.

Suecia ha reconocido a Palestina, y los parlamentos francés e italiano han llamado a sus gobiernos a reconocerlo en un corto plazo. “La tercera parte del comercio israelí”, advierte Cole, “es con Europa, e Israel depende profundamente de los intercambios comerciales y técnicos con el viejo continente, todo lo cual podría cerrársele en la medida en que se produzcan boicots y sanciones”.

En las mismas fronteras

Otros peligros han surgido en las mismas fronteras israelíes, mientras Netanyahu dirige su mirada al lejano Irán.

Al Qaeda, a través de su afín Al Nusra, opera en las alturas del Golán. Una entidad notoriamente criminal como ésta, ¿es o no una amenaza a la seguridad de cualquier país? Entre tanto, lo único que parece preocupar a los políticos israelíes es la presencia de la resistencia libanesa en su frontera norte.

Y a pesar de tener otras fronteras con Siria, el peligroso desarrollo de Daesh pasa inadvertido para la retórica de Netanyahu. Una entidad, que a juicio de Gran Bretaña y Francia es una amenaza existencial para la más lejana Europa, es ignorada por un estado a cuyas puertas podría tocar la irracionalidad de la organización terrorista.

Son amenazas cercanas y más que evidentes. Mucho más que el imaginario desarrollo por Irán de un arma nuclear que su propio guía espiritual ha descartado.

Otra vez estamos ante una de las constantes más frecuentes de la política internacional. Los intereses verdaderos, múltiples en este caso, se ocultan bajo un espeso manto de hipocresía y sucios manejos políticos.

| 07/03/2015