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Opinión

La impunidad del gobierno estadounidense

La impunidad del gobierno estadounidense

El Informe del Senado sobre el programa secreto utilizando la tortura por la CIA y otros organismos militares, no descubre algo que no se supiera y posiblemente sólo persiga acostumbrar a la opinión pública, a la idea de que esto lo pueden continuar haciendo impunemente.

Por Ernesto Gómez Abascal. Especial para Alahednews


La utilización de la tortura y los abusos por parte de las autoridades estadounidenses no es noticia. Esto es conocido desde mucho antes de que estallara el escándalo por lo ocurrido en la cárcel de Abu Guraib y en otros lugares de Iraq.

En los manuales de entrenamiento que existen en sus escuelas militares y de inteligencia, están detallados estos procedimientos. Desde hace muchos años, en la Escuela de las Américas, que mantenían en la Zona del Canal de Panamá para adiestrar a militares fascistas y golpistas latinoamericanos, y que ante las protestas populares y el desacuerdo de gobiernos progresistas que han llegado al poder, debieron mudar a Fort Benning, Georgia, en territorio de los Estados Unidos, enseñaban estas criminales asignaturas. Por esta “Academia Militar”, pasaron muchos de los oficiales que después ejecutaron golpes de estado en nuestro continente e instauraron dictaduras fascistas, que reprimieron, torturaron y desaparecieron a miles de patriotas latinoamericanos. Ellos fueron los creadores de la “Operación Condor”, que coordinó la represión en casi todo el continente y ejecutó innumerables asesinatos y desapariciones. El Batallón Ataclal, del ejército salvadoreño, recibió entrenamiento en esta Academia y fue quien asesinó, hace ahora 25 años, a 6 sacerdotes jesuitas que prestaban servicio religioso en este país.

La impunidad del gobierno estadounidense

Es conocido también que asesores de los cuerpos represivos sionistas, participaron y participan, por encargo estadounidense, en el asesoramiento de la criminal política ejecutada en el continente y proveyeron de avanzados medios técnicos a la policía política de las dictaduras latinoamericanas. Todavía prestan este servicio a algunas instituciones armadas y ofrecen asesoría en Inteligencia y búsqueda de información.

La entidad sionista tiene larga experiencia en esto, pues es el único país donde la tortura está aprobada por ley, y ejecutan el genocidio contra la población palestina ante la indiferencia de sus protectores de Occidente.

Lo que es verdaderamente increíble, es que los Estados Unidos se proclame como el campeón defensor de los Derechos Humanos y que el Dpto. de Estado, así como sus funcionarios en Naciones Unidas, elaboren listados acusando a aquellos países que estiman violadores de estos, cuando es conocido que son ellos quienes utilizan cárceles secretas en países aliados y mantienen campos de concentración y tortura en diferentes lugares, así como en la Base Naval de Guantánamo, que ilegalmente ocupan en territorio cubano, y donde mantienen prisioneros sin derecho a ningún tipo de reclamo legal. Es conocido también que allí existen áreas absolutamente aisladas donde no se conoce quienes permanecen en este encierro ni lo que se hace con ellos.

La impunidad del gobierno estadounidense

Durante el gobierno del presidente George W. Bush, el equipo formado por este, integrado también por Dick Chenney, Donald Rumsfeld, Condolezza Rice, y Paul Wolfowitz, entre otros, no sólo conocían de los abusos y tortura cometidos por la CIA, sino que se ocuparon personalmente de orientar este. Ahora, al trascender el Informe preparado por el Senado después de largo tiempo de demora, se burlan de este y defienden su actuación como ejemplo de patriotismo en defensa de los intereses nacionales y de la lucha contra el terrorismo. Pero no han sido sólo los dirigentes estadounidenses los que han practicado estos criminales métodos. Dirigentes de países aliados de la OTAN, están igualmente manchados de sangre y comprometidos con la tortura y los abusos y debe exigírseles también por ello.

Por otro lado, el gobierno de Obama, a pesar de habérsele otorgado el Premio Nobel, no se ha diferenciado mucho del anterior.

Sin embargo, aunque es poco probable que se pueda avanzar en el propósito de hacerlos rendir cuenta por sus actos, o llevarlos ante Organismo Internacionales por la violación de los Derechos Humanos, el deber de todas las fuerzas patrióticas y progresistas debe continuar siendo la denuncia de estos hechos y la impunidad con que han actuado y continúan haciéndolo, y persistir para que un día tengan que responder ante un jurado, por todos sus crímenes y fechorías.

| 18/12/2014